Esclavos Unidos. La otra cara del American Dream / 2 ed. de VILLAR, HELENA

La cara B amarga y despiadada del «sueño americano» Estados Unidos como potencia económica es objeto de deseo mundial. Tanto entre las élites, que lo ven como lo más parecido a la utopía del libre mercado, la competencia y la privatización, como entre los más pobres, absortos en un imperialismo cultural implacable, tienen el sueño americano en la tierra de las oportunidades. Sin embargo, la realidad dista bastante de la imagen proyectada por Washington al mundo, especialmente en el caso de la clase media y trabajadora, que está encadenada a la producción ininterrumpida de beneficios en el contexto de la práctica ausencia de un Estado de bienestar. Por tanto, el llamado «excepcionalismo americano», que promueve hasta la saciedad la jactancia de una construcción nacional superior a las demás, puede utilizarse válidamente si se le da una definición de singularidad que, en este caso, está lejos de ser positiva. Porque Estados Unidos es el país con más ciudadanos encarcelados en el planeta, es el país con más armas por persona en todo el mundo, tiene el ejército más grande, la esperanza de vida es la misma que la de los países desarrollados de América Latina. América, tiene el mayor porcentaje de pobreza juvenil de la OCDE, tiene la deuda pública más alta del planeta, sus ciudadanos tienen veinte veces más probabilidades de morir a causa de la violencia armada que otros países industrializados, compite en las posiciones más altas de desigualdad, es el país con mayor número de muertes por consumo de drogas y tiene una alta tasa de analfabetismo. ¿Alguien da más?