Distopías patriarcales de MIYARES, ALICIA

A lo largo de la historia, las mujeres hemos sufrido la invención de la «identidad de género», ese constructivismo esencialista que refuerza la desigualdad estructural entre los hombres. La «identidad de género» es ahora una neolengua que se refiere a prescribir qué, quién, cómo, cuándo y dónde una persona es «mujer». Su retórica se multiplica con prefijos como «cismujeres» o frases en el idioma como «embarazadas portadoras» o «seres menstruantes» para evitar utilizar la palabra correcta, «mujer». La heterodesignación no quiere frenar y ocultar la transdesignación. La ginofobia, el machismo extremo y la infravaloración de la mujer parecen disfrazarse de queer. La moneda vuelve a estar en el viento: o feminismo o distopía patriarcal.